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Contaminación del aire y monitoreo ciudadano
CALIDAD DEL AIRE EN BOGOTÁ
CanAirIO: Red Ciudadana para Monitoreo de Calidad del Aire
Daniel Bernal expone al consejo de Bogotá sobre la importancia del monitoreo ciudadano de la calidad del aire.
CanAirIO es una red de ciencia ciudadana para el monitoreo de la calidad del aire, que se dedica a mejorar el acceso de los bogotanos a los datos sobre la calidad del aire al que están expuestos, así como para involucrar a los ciudadanos en la elaboración de debates científicos y políticos sobre la calidad del aire. CanAirIO surgió del trabajo del activista ambiental Daniel Bernal, quien creó monitores de aire de bajo costo y los usó para rastrear la exposición a la calidad del aire mientras viajaba en el TransMilenio, el sistema de transporte público de Bogotá y el activista del software Antonio Vanegas, quien desarrolló una aplicación open source. que puede rastrear y visualizar los datos que se generan. Los primeros datos que recopilaron con esta tecnología, que Bernal publicó - y continúa publicando - en Twitter y en su blog Aire Ciudadano, llamaron la atención de otros bogotanos comprometidos con el medio ambiente. En septiembre del 2018, se reunieron para formar CanAirIO. Con el fin de hacer que su tecnología sea accesible, CanAirIO organiza talleres en persona y publica tutoriales en línea que explican como las personas pueden construir sus propios sensores y comenzar la recopilación de datos. Los sensores y el software CanAirIO han sido utilizados por residentes de Bogotá, así como de otras ciudades latinoamericanas y más recientemente en California durante la temporada de incendios de 2020.
Este es un extracto de la serie webinar de Nuevos Aires organizada por CanAirIO en noviembre de 2020, que reunió a activistas e investigadores de la calidad del aire de Colombia y otros países.
Un tutorial paso a paso sobre como construir su propio sensor de calidad del aire CanAirIO. La información sobre los materiales necesarios para fabricar el sensor se puede encontrar aquí .
CanAirIO promueve una filosofía de la ciencia de los comunes, o ciencia abierta, que implica no sólo hacer que los datos y la recolección de datos sean accesibles para los ciudadanos, sino también abrir caminos para que estos propongan las preguntas e inquietudes que deben impulsar la recolección y análisis de datos basados en la problemas que experimentan en sus propias vidas. A través del monitoreo en tiempo real de PM 2.5, los sensores móviles de CanAirIO permiten a las personas medir los cambios en la calidad del aire a los que están expuestos, como cuando se dirigen en bicicleta al trabajo. Además de informar a las personas para que adapten sus rutas para proteger su salud, CanAirIO involucra a estos ciudadanos colectivamente para construir una red de defensores en Bogotá que reclame el derecho al aire limpio mientras que
rastrean y hacen visible los índices de la contaminación del aire que antes no se habían medido.
Ricardo Zapata analiza como surgió la movilización ciudadana en torno a la calidad del aire en la ciudad de Medellín.
Para ello, CanAirIO coordina una red de 28 puntos de monitoreo estacionarios en Bogotá que prioriza los sectores socioeconómicamente vulnerables, muchos de los cuales padecen la peor calidad del aire de la ciudad. Por ejemplo, en Ciudad Bolívar en el sur de Bogotá, uno de los distritos más pobres de la ciudad. Los residentes de este distrito están expuestos a la contaminación del aire que emana de las principales arterias congestionadas de la ciudad que utilizan los grandes camiones, el vertedero de la ciudad y la producción industrial de ladrillos entre otros materiales, así como la minería para materiales de construcción. CanAirIO ahora tiene tres estaciones de monitoreo en Ciudad Bolívar y se ha asociado con los residentes para hacer denuncias públicas sobre cuándo y dónde las concentraciones de PM2.5 aumentan regularmente a niveles extremadamente peligrosos. Hasta fines de octubre de 2020, la red de monitoreo de la calidad del aire del gobierno de la ciudad de Bogotá (que cuenta con 18 estaciones) tenía sólo una estación de monitoreo en este distrito, ubicada en su esquina más al norte. Este es esencialmente el punto más alejado posible de los peligros ambientales antes mencionados, especialmente el vertedero, el sitio minero y la fabrica de ladrillos, todos ubicados en el sector más al sur de Ciudad Bolívar.
Las imágenes 1 a 3 muestran la visualización en tiempo real de los datos recopilados de la red de sensores fijos de CanarIO
La imagen 1 muestra un momento en el que la ciudad experimentaba una calidad del aire relativamente baja y vemos que es peor en el sur y suroeste de la ciudad.
La imagen 2 muestra un momento en el que la ciudad en general disfrutó de una calidad de aire saludable, pero los sensores de CanarIO en la localidad de Tunjuelito y el Barrio México de Ciudad Bolívar pudieron registrar los efectos de un proceso contaminante local.
La imagen 3 muestra los patrones temporales que se pueden visualizar para cada uno de los sensores de la red. Los datos de monitoreo en vivo se pueden ver aquí .
La imagen 4 muestra datos de un sensor CanarIO móvil utilizado en un paseo en bicicleta por Bogotá, mostrando como la presencia de autobuses con altas emisiones afecta el aire que experimentan directamente quienes han optado por viajar por la ciudad de manera más ecológica. Fuente
Derecho a un medio ambiente sano
El derecho a un medio ambiente sano está reconocido en el artículo 79 de la Constitución Política de 1991, que también se conoce como la “Constitución Verde." A través de su activismo legal para incidir en las políticas públicas, los miembros de
CanAirIO esperan consolidar el derecho al aire limpio como parte integral del derecho a un medio ambiente sano.
La Constitución completa se puede leer aquí y su traducción al inglés.
Además, la red CanAirIO integra el monitoreo a través de las divisiones administrativas, extendiéndose hasta la empobrecida ciudad vecina de Soacha, donde se establecen por primera vez muchas de las personas desplazadas que llegan a Bogotá. Esto permite que la red CanAirIO transmita una imagen de la calidad del aire que refleja con mayor precisión las realidades meteorológicas y sociales de la ciudad y sus áreas circundantes, en las que la ciudad de Bogotá y Soacha están estrechamente integradas, incluyendo la circulación de personas y contaminación.
Sin embargo, dado que Soacha se constituye como una ciudad separada, queda fuera de la jurisdicción de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá. En cambio, la autoridad ambiental regional realiza el monitoreo de la calidad del aire, pero no pone a disposición de los residentes de Soacha datos de monitoreo de la calidad del aire en tiempo real.
Expansión de las iniciativas ciudadanas de CanAirIO
A diferencia de muchas iniciativas de ciencia ciudadana que surgen de los círculos académicos, CanAirIO ha crecido de abajo hacia arriba, fusionando las preocupaciones y experiencias de los ciudadanos y, en ocasiones, asociándose con académicos, pero manteniendo su autonomía. El crecimiento de la red más allá de Bogotá ha sido igualmente orgánico, demostrando las formas en que las experiencias y exposiciones de los ciudadanos están interconectadas a través de fenómenos globales, como la extracción de hidrocarburos, consumismo y el cambio climático.
El interés en las iniciativas de monitoreo del aire de ciencia ciudadana ha ido creciendo en California, donde el cambio climático ha provocado una temporada de incendios forestales prolongada e intensificada. En el norte de California, se ha utilizado un sensor CanAirIO para rastrear exposiciones a niveles peligrosamente elevados de PM2.5 debido a incendios forestales. Otros grupos, como SciStarter y el consortium de investigación de salud All of Us California health research consortium, han ayudado a promover los tutoriales de CanAirIO en los EEUU.
Los sensores CanAirIO están siendo utilizados por dos grupos en Lima, Perú. El Círculo de Investigación INGETCAR en la Universidad Nacional Agraria La Molina y en la Universidad de Ingeniería y Tecnología. Lima sufre problemas de contaminación del aire similares a los de Bogotá, donde el transporte de diesel juega un papel importante.
Los residentes de Barrancabermeja en Santander, Colombia, están utilizando un sensor móvil CanAirIO para rastrear las exposiciones en la ciudad que alberga una de las principales refinerías de petróleo en el país. La mayor parte del petróleo que se utiliza para el consumo doméstico se procesa en la refinería de Barrancabermeja.
Se instaló un sensor CanAirIO para ayudar a investigar las exposiciones de una comunidad cerca de la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo, el Cerrejón en La Guajira, Colombia. Estas operaciones extractivas han expuesto a comunidades indígenas, Wayyu, afrocolombianas (Rochela) y mestizas a la contaminación del aire que respiran y de sus fuentes hídricas.
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Estudio de caso: Fontibón
Vecinos en el barrio de Los Cámbulos en Fontibón en el oeste de
Bogotá se han organizado para combatir la contaminación del aire y el ruido. Recientemente instalaron cuatro sensores CanAirIO para apoyar sus esfuerzos.
Los Cámbulos se ha visto afectado por la ampliación del aeropuerto internacional El Dorado que limita con el barrio por la parte norte. Esto ha llevado a un aumento en el número de sitios industriales en el área, que atienden las operaciones del aeropuerto y de exportación,
también el tráfico, incluidos los camiones diésel que se desvían directamente a través de las calles residenciales del barrio cuando la carretera se atasca. Además de estas fuentes de contaminación del aire que afectan gran parte del sur y oeste de la ciudad, la expansión del aeropuerto trae consigo niveles perturbadores de contaminación
acústica. Los vecinos de Los Cámbulos se están organizando en contra del otorgamiento de una licencia que permitiría al aeropuerto operar las 24 horas.
Sin embargo, desde 2019, los problemas de calidad del aire más graves en Los Cámbulos se han originado por la construcción de un crematorio en el cementerio local, dirigida por la Arquidiócesis Católica. Según un líder de la comunidad local, el cementerio ha coexistido durante mucho tiempo de manera relativamente armoniosa con El Barrio. Sin embargo, han surgido tensiones desde la instalación del crematorio, que ha impactado la calidad de vida de los residentes por los altos niveles de emisiones de partículas y olores que emanan de una chimenea que se encuentra a solo unos 8 metros de la casa más cercana.
Los residentes se han involucrado en diversas formas de protesta intentando cerrar la instalación, incluida la protesta callejera tradicional y demandas legales contra la licencia de operación de la instalación. Estas protestas
consiguieron un cierre temporal, pero la ciudad finalmente otorgó la licencia. Los funcionarios de la iglesia afirman que la tecnología que se usa controla las emisiones, pero los residentes ven y huelen un humo oscuro, denso y potente que sale de la chimenea. Luego de algunas protestas particularmente polémicas a principios de este año (2020), la Secretaría de Salud Pública y la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá se sentaron a escuchar las preocupaciones de los vecinos. Los funcionarios de la ciudad inicialmente acordaron realizar un monitoreo de la calidad del aire para investigar el problema.
Sin embargo, después de una visita al lugar, los representantes de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá se negaron a instalar sensores. Se negaron alegando que no podrían vincular definitivamente las lecturas altas a la instalación de cremación debido a las muchas otras fuentes de contaminación cercanas, en particular las actividades industriales pequeñas y medianas. En lugar de destacar la importancia de la recopilación de datos sobre la contaminación, la alta línea de base de contaminación se utilizó para rechazar las demandas ciudadanas para más monitoreo y protección, aumentando la vulnerabilidad de una comunidad ya sobrecargada por múltiples fuentes de contaminación.
A diferencia de la Secretaría Distrital de Ambiente, la Secretaría de Salud Pública instaló un sensor durante un mes; sin embargo, ninguno de los datos se ha hecho público y tampoco han sido compartidos con los residentes hasta la fecha,
noviembre de 2020. En vista de esto, los activistas locales han recurrido a CanAirIO para hacer que sus exposiciones se vuelvan visibles frente los tecnócratas y actores legales que exigen datos cuantitativos. También, con el fin de presionar al gobierno para que responda, han instalado cuatro
sensores CanAirIO en el barrio.
Lecturas e información recomendadas:
Los datos en tiempo real de los puntos de monitoreo estacionarios de CanAirIO se pueden ver en este mapa .
Lea más sobre el trabajo de ciencia ciudadana de CanAirIO y la mención de su trabajo en la revista Discover.
Descubra cómo construir y rastrear la calidad del aire con un sensor CanAirIO en su página SciStarter.
Conozca más aquí sobre el plan de la nueva administración del gobierno de la ciudad de Bogotá para reducir la contaminación del aire, incorporando parcialmente un enfoque de justicia ambiental y centrándose en el suroeste de la ciudad.
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